viernes, 25 de octubre de 2013

¿Conoces la leyenda de “Las Cinco Águilas Blancas”?

Monumento a las "Cinco Águilas Blancas"ubicado en la ruta de entra o salida al Páramo y Barinas, esepcificamente en la  histórica "Vuelta de Lola"

Tal vez la pieza literaria más representativa de Mérida de finales del siglo XIX y gran parte del XX, es la leyenda “Las Cinco Águilas Blancas” de Don Tulio Febres Cordero.  Es una narración muy particular donde el poeta dibuja con sus palabras un mito andino que, en su tiempo, era tradición oral entre los habitantes de la región.

"Las Cinco Águilas Blancas" representan  los cinco principales picos de nuestra cordillera andina- para entonces- siempre cubiertos de nieve.


Para los merideños y merideñas  (nacidos, descendientes o adoptados) que crecimos y vivimos escuchando la historia de la India Caribay y las 5 águilas blancas en las mañanas  por  Radio Universidad, volverla a oír es, viajar en el corazón al encanto de la Mérida de siempre. 


Innegable que los tiempos han cambiado, pero para mí no tiene sentido que las nuevas generaciones  desconozcan,  masivamente,  este eslabón de oro y amor  que nos conectan con la Mérida mágica que amaremos eternamente. 


“Las Cinco Águilas Blancas” de Don Tulio Febres Cordero se publica por primera vez el 10 de julio de 1895 en el periódico merideño “El Lápiz” y, más adelante, en el histórico “Cojo Ilustrado” de Caracas. Ya para 1898,  se recopilan junto a otros escritos de Don Tulio, en el libro “Mitos y leyendas de Venezuela”.


Es un honor para un merideño quien ama su tierra, iniciar la actividad de nuestro blog – también suyo-  con “Las Cinco Águilas Blancas” de Don Tulio Febres Cordero… ¿La intención? 


Qué mis paisanos y paisanas que conocen la leyenda, vivan de nuevo ese sentimiento de amor por  pertenecer  a  tan especial terruño. 


Pero, principalmente, que las nuevas generaciones de merideños y merideñas (nacidos, descendientes o adoptados) cultiven y preserven el honor de ser hijos e hijas de la “Bella, Única y Mágica Mérida”.

Luis Aparicio Hernández Sánchez

 Don Tulio Febres Cordero

Leyenda "Las Cinco Águilas Blancas"   

 Don Tulio Febres Cordero

Cinco águilas blancas volaban un día por el azul del firmamento; cinco águilas blancas enormes, cuyos cuerpos resplandecientes producían sombras errantes sobre los cerros y montañas.


   ¿Venían del Norte? ¿Venían del Sur? La tradición indígena sólo dice que las cinco águilas blancas vinieron del cielo estrellado en una época muy remota.


   Eran aquellos días de Caribay, el genio de los bosques aromáticos, primera mujer entre los indios Mirripuyes, habitantes de Ande empinado. 


   Era la hija del ardiente Zuhé y la pálida Chía; remedaba el canto de los pájaros, corría ligera sobre el césped como el agua cristalina, y jugaba como el viento con las flores y los árboles.



   Caribay vio volar por el cielo las enormes águilas blancas, cuyas plumas brillaban a la luz del sol como láminas de plata, y quiso adornar su coraza con tan raro y espléndido plumaje. Corrió son descanso tras las sombras errantes que las aves dibujaban en el suelo; salvó los profundos valles; subió a un monte y otro monte; llegó, al fin, fatigada a la cumbre solitaria de las montañas andinas. Las pampas, lejanas e inmensas, se divisaban por un lado; y por el otro, una escala ciclópea, jaspeaba de gris y esmeralda, la escala que formaban los montes, iba por onda azul del Coquivacoa.

  Las águilas blancas se levantaron, perpendicularmente sobre aquella altura hasta perderse en el espacio. No se dibujaron más sus sombras sobre la tierra.


   Entonces Caribay pasó de un risco a otro por las escarpadas sierras, regando el suelo con sus lagrimas. Invoco a Zuhé, el astro rey, y el viento se llevó sus voces. Las águilas se habían perdido de vista, y el sol se hundía ya en el Ocaso.


   Aterida de frío, volvió sus ojos al Oriente, e invocó a Chía, la pálida luna; y al punto detúvose el viento para hacer silencio. Brillaron las estrellas, y un vago resplandor en forma de semicírculo se dibujó en el horizonte.


   Caribay rompió el augusto silencio de los páramos con un grito de admiración. La luna habia aparecido, y en torno de ella volaban las cinco águilas blancas refulgentes y fantásticas. Y en tanto que las águilas descendían majestuosamente, el genio de los bosques aromáticos, la india mitológica de los Andes moduló dulcemente sobre la altura su selvático cantar.


   Las misteriosas aves revolotearon por encima de las crestas desnudas de la cordillera, y se sentaron al fin, cada una sobre un risco, clavando sus garras en la viva roca; y se quedaron inmóviles, silenciosas, con las cabezas vueltas hacia el Norte, extendidas las gigantescas alas en actitud de remontarse nuevamente al firmamento azul.


   Caribay quería adornar su coroza con aquel plumaje raro y espléndido, y corrió hacia ellas para arrancarles las codiciadas plumas, pero un frío glacial entumeció sus manos: las águilas estaban petrificadas, convertidas en  cinco masas enormes de hielo.


   Caribay da un grito de espanto y huye despavorida. Las águilas blancas eran un misterio, pero no un misterio pavoroso. La luna oscurece de pronto, golpea el huracán con siniestro ruido los desnudos peñascos, y las águilas blancas se despiertan.


   Erizanse furiosas, y a medida que sacuden sus monstruosas alas el suelo se cubre de copos de nieve y la montaña toda se engalana con el plumaje blanco.

"Las Cinco Águilas Blancas" cuadro del artista, Francisco Rivero.

LEYENDA DE "LAS CINCO ÁGUILAS BLANCAS"  (AUDIO)

LINK: http://www.youtube.com/watch?v=d7A0bAdMN8g

Desconocemos el nombre del locutor que hace la nararación de este audio, pero es el mismo que transmitía Radio Universidad: para él, donde esté, nuestro agradecimiento por su trabajo. 

"LAS CINCO ÁGUILAS BLANCAS" (DRAMATIZACIÓN)


"LAS CINCO ÁGUILAS BLANCAS"
 (VERSIÓN INFANTIL)




1 comentario:

  1. Una leyenda hermosa. Me encanta la version infantil. No, la había visto nunca. Soy una venezolana orgullosa de nuestras tradiciones y amo los Andes. Han hecho un hermoso, exquisito y excelente trabajo. Arelis Marcano

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